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CURANDERO DE JUGUETES
No nos engañemos: después de Toy Story 3, más de un manganzón nostálgico llamó a su mamá para preguntarle adónde fueron a parar sus juguetes. No todos los hallazgos habrán sido reconfortantes. Bebés-queridos con caras rayadas de tinta por un azote/ hermanito menor, carritos sin ruedas, casas y teléfonos semidestartalados, robots y soldados decolorados, peluches tuertos o macilentos y Barbies con cuellito roto, melena tiesa o vestido manchado. A estas heridas de guerra se enfrenta Eduardo Hernández, un técnico superior en recursos humanos y plásticos, se infiere que desde su casa en Ciudad Ojeda les hace un extreme makeover en sus ratos libres. La restauración es uno de los servicios que ofrece RetroToys, el website de venta de juguetes del ayer que Hernández fundó con su socio Lester Romero hace dos años y medio.
"Todo lo que sé lo descubrí a punta de ensayo y error, arreglando mis propios juguetes. Bastantes desastres hice y ya aprendí", se ríe. "Lo que no tengo lo hago yo mismo y poseo un `cementerio’ de juguetes de donde saco y adapto muchas piezas. Un señor me trajo un carrito Tonka de 1975 al que le faltaban dos ruedas y yo las tenía aquí. Cuando lo vio completo se quedó loco", se ríe. Limpieza profunda, desmanchado, latonería y pintura, costuras, cambio de pelo y reemplazo de litografías en juguetes con calcomanías descoloridas son algunos de los fuertes de quien ha reparado piezas tan vintage como una Mariquita Pérez, muñeca española de papel maché de los años 40 que muchas ya-no-tan-niñas heredaron y que causaron tanto furor como las modernas American Girl.
"Arreglamos todo tipo de juguetes, salvo contadas excepciones si son electrónicos. Lo único que uno pide para restaurar es disponer al menos del 50% de la estructura o las piezas de ese juguete. La emoción y el agradecimiento de la gente cuando lo ve recuperado es lo máximo".
"Desde pequeños, hay que enseñarles a los niños que sus juguetes siempre van a ser sus amigos si les dan un buen trato; que no hay que rayarlos, golpearlos ni dejar que lleven mucho sol para evitar que se decoloren. Como con cualquier objeto que necesite una restauración, lo ideal es llevárselo a un experto tal como esté, porque a veces el daño es mayor cuando la pieza llega intervenida con arreglos caseros. Es útil que nos entreguen la mayor cantidad de piecitas originales que se hayan desprendido del juguete. La mayoría de estos objetos está diseñada para aguantar muchas cosas, pero no hay que abusar de ellos".
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